Las extremoenzima son responsables de catalizar reacciones químicas en ambientes extremos, como pueden ser temperaturas muy altas o muy bajas, valores de pH altos o bajos, presiones altas, concentraciones de sales o metales altas. Los microorganismos poseedores de estos enzimas reciben el nombre de extremófilos, debido al hecho que viven en condiciones que resultan letales para otros microorganismos.
Las extremoenzimas pueden agruparse en distintos grupos según el ambiente en el que se desarrollan:
- Termófilas (altas temperaturas; entre 45°C i 85°C): amilasa, proteasas, polimerasas.
- Hipertermófilas (más de 100°C): amilasas, proteasas, polimerasas.
- Psicrófilas (bajas temperaturas; entre 0°C i 20°C): amilasas, proteasas, deshidrogenasas.
- Acidófilas (pH bajo).
- Alcalósilas (pH alto).
- Halófilas (alta concentración de sales).
- Piezófilas (alta presión).
- Metalófilas (alta concentración de metales).
- Radiófilas (altos niveles de radiación).
- Microaerófilas (bajo nivel de oxígeno).
Actualmente se usan enzimas para catalizar reacciones químicas en el sector industrial, ya que pueden ser extraídas y son reutilizables. Aún así, los enzimas se desnaturalizan si no se encuentran en ambientes de temperatura moderada, pH adecuado… y, sin embargo, hay procesos industriales que requieren de altas temperaturas, por ejemplo, para que se puedan llevar a cabo. Es por ello que las extremoenzimas son útiles en procesos industriales que funcionan en condiciones extremas de temperatura, pH, concentración… Un ejemplo de la ventaja que ha supuesto utilizar extremoenzimas se hace evidente en la técnica de la PCR
Así pues, hoy en día se utilizan extremoenzimas en diferentes sectores de la industria:
- Industrias azucarera, textil y papelera:
- Industria de detergentes:
- Industria farmacéutica:
- Biología molecular:
- Industria minera:
- Industria del reciclaje:Un buen ejemplo es el uso de la especie Pyrococcus furiosus para su aplicación en el reciclaje de neumáticos.
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